Nicho en deconstrucción


Esculpiendo facetas

Toda persona tiene dos caras. Solo dos, de manera contraria a lo que todos creen. Una cara buena y una mala y decidimos a quien le mostramos cual. Lo que es indispensable en este mundo es el uso de las máscaras. Las máscaras son infinitas, se llega al tener casi una por persona. Y cada una de estas máscaras tiene dos facetas. Una la que nosotros decimos mostrarle a otra persona y la otra la que la persona construye en su imaginación. Este es uno de los grandes problemas de la humanidad, la máscara que los demás idealizan o “desidealizan” en su mente sobre la que nosotros mostramos. Cuando una persona falla a otra, lo que falla en realidad es la imagen que nosotros construimos alrededor de ella. Lo que nosotros esperamos en base a un pensamiento del cual solo nosotros somos responsables. Nos fallamos nosotros mismos. Desengañarse de una persona no es conocer su otra cara, esta siempre estuvo presente, sino descubrir que lo que esperábamos no era real. Por este error nuestro y solo nuestro no debemos culpar a los demás; debemos castigarnos nosotros por malinterpretar la máscara que el otro nos cedió. Somos totalmente miopes a las máscaras, no podemos dejar de realizar idealizaciones en bases culturales o pseudos morales. Una persona (la misma) es capaz de los más grandes actos de amor y de odio (de echo el sentimiento es el mismo con distinta intensidad). El error es solo nuestro al no respetar la integridad de los demás con sus múltiples máscaras y sus dos caras.

2 Responses to “Esculpiendo facetas”

  1. # Blogger Dra. Kleine

    No creo que seamos tan crueles para castigarnos por crearnos una imagen de otra persona, pero si creo que simplemente el asimilar cómo se es determina la capacidad de tolerancia que se tenga para con esa persona que simplemente "impresionó" no ser como se suponía era.
    La gracia está en que siempre tengamos la habilidad de aceptación de las personas.  

  2. # Blogger Maximiliano

    Esa gracia le hace falta a mucha gente, que en vez de aceptar a las personas totalmente, se quedan con una parte de ella, con la que mas prefiere, todo ello en base a su propia personalidad. Lo que vendria a ser una especie de empatia, muchas veces forzosa.  

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