Nicho en deconstrucción

Injusticia social, desempleo, “trabajos” con salario mínimo, falta de perspectivas, pobreza, etc., son palabras que sirven de común denominador entre la gente que va a cruzar el Río Bravo con el único objetivo de construir un presente y futuro mejor para su familia y sus hijos. Son personas que no tienen una alternativa mejor que ir a buscar y conseguir el tan mentado y publicitado “Sueño americano”, un sueño que para la mayoría de estos seres (valientes y corajudos) se torna una pesadilla sin precedentes, pues tienen que cruzar ese salvaje y peligroso río ya mencionado anteriormente además de sufrir la tortura de viajar hacinados en camiones manejados por los poco mas que despreciables polleros o coyotes quienes utilizan las ilusiones de progreso (y el poco dinero) de esa pobre gente para su propio beneficio. Los pocos que cruzan esa frontera, esa línea divisoria de dos mundos que parecen tan diferentes pero que no lo son, tienen que lidiar con que no los capturen ni deporten a ese infierno que ya conocen bastante bien (Latinoamérica) y también para salir adelante dentro de esa “tierra de promesas” que según la propaganda neoliberal representa EEUU, pero que sin embargo, detrás de esa fachada “progre” (por así decirlo), se encuentra la nación mas segregacionista y discriminativa (en todos los sentidos) del mundo .
Estas personas, sin rumbo ni certidumbre alguna, son tristemente conocidas como “inmigrantes ilegales”. Estos son, ni mas ni menos, los hijos de la globalización y del mas salvaje capitalismo, sistema en el cual solo unos pocos salen victoriosos y el resto se divide entre los que todavía luchan a diario por salir adelante (a pesar de todo) y los que ya están afuera del “juego”. Los inmigrantes pertenecen a este ultimo grupo, como consecuencia de ser víctimas de un Estado totalmente ausente que no les haya proporcionado educación, salud ni oportunidades de construir algo digno para su familia, y a la larga.....ningún futuro fructífero.
Cada año cruzan o intentan cruzar la frontera Mexico-EEUU alrededor de entre 300.000 y 350.000 latinoamericanos (la mayoría son mexicanos, por cuestiones de que es un país vecino de EEUU) , estas son cifras oficiales, en nuestra opinión son muchos mas los que están metidos en ese grupo.
Los gobernantes de México y EEUU han acordado una especie de “Alianza para el progreso”, la cual consiste en la instalación de mas y mas fabricas maquiladoras en México, con el objetivo de que haya mas empleo, se disminuya la pobreza, mas familias cuenten con un ingreso y que, por consecuente, se regule el flujo de mexicanos a Estados Unidos. Este plan además de parecer asquerosamente demagógico, representa un paso mas en la ya agresiva intervención Yanqui en la economía mexicana. Ahora ¿Porque esta “Alianza” es demagógica? Simplemente porque ambos gobiernos andan buscando rédito político (Bush además saca un gran beneficio económico) en desmedro de la gente pobre que busca una perspectiva de cambio. Por su parte no creo que se solucione el problema de la inmigración repartiendo esos cuasi-empleos, ya que además de que sus salarios son extremadamente bajos, no va a bajar la gran cantidad de pobreza en México (Hay que tener en cuenta que la baja del desempleo no significa que la pobreza disminuya, ya que si el empleo esta mal remunerado, las condiciones socioeconómicas vigentes no van a dar ningún signo de cambio).
No hay ninguna solución “mágica” frente a este gran problema conocido como inmigración ilegal. Si hay una salida, la cual es a largo plazo. Esta alternativa consiste en que no solo los mexicanos, sino, todo el pueblo latinoamericano logremos una gran concertación, una concertación por el cambio que tanto anhelamos todos, para ponerle fin al circulo vicioso conformado por la pobreza, el neoliberalismo y la corrupción. La inmigración es uno de los resultados de esa espiral de decadencia social y si no se ataca el problema desde su raíz, este no se acaba. Hay que dejar de lado los prejuicios existentes entre las clases y las razas que conformamos nosotros como pueblo y poner ideas para construir una alternativa diferente a lo que vivimos, un futuro distinto para las próximas generaciones.